Los celos pueden definirse como un estado de ansiedad provocado por la posibilidad de perder algo que se tiene o posee, se considera o debiera tener o poseer, algo incompatible con el amor y una relación de pareja sana; los celos van acompañados de desconfianza y sospecha hacia la otra persona, y por lo general tienen el efecto contrario que busca el que los padece, perjudicando seriamente la relación.
Muchos médicos, psicólogos y psiquiatras consideran los celos como un sentimiento innato, e incluso que los celos no solo dependen de la necesidad exclusiva de los favores del otro, sino del estatus social. De esta manera, la sensación de celos puede considerarse como una sensación unida a nuestra condición humana, que de no ser controlada, puede llegar a ser incluso peligrosa.