Un desamor siempre se ve de dos maneras diferentes, dos opiniones muy distintas según los sentimientos de cada uno de los miembros de la pareja; así, uno de los dos puede ver barreras y muros difícilmente franqueables, una situación de aburrimiento o una serie de circunstancias personales de su pareja, de las que no ve solución, salvo la separación de ésta. Por su parte, el otro miembro de la pareja, puede no ver la situación de la misma manera, teniendo un sentimiento de necesidad de luchar por el otro, de que no todo es tan negativo, y juntos se puede llegar lejos mejorando la relación. Claramente la relación ha llegado a un punto en el que ambos la ven de una manera totalmente diferente.
Sentimientos diferentes
Cuando nos damos cuenta de que nuestra pareja ya no nos da lo mismo, no cumple con nuestras expectativas, y ha cambiado su forma de actuar y sentir la relación, lo más probable es que hemos evolucionado por diferentes caminos, y se han abierto fisuras en la comunicación. Esto hace que se produzca un distanciamiento afectivo y físico; ante esta situación, todos tenemos miedo al cambio, y nos resistimos ante un proceso de desamor que no compartimos, y nos empeñamos en continuar una historia que ha dejado de funcionar y no nos aporta lo que esperábamos.